Alguna vez te has preguntado. ¿Por qué debes estar en forma? con la palabra debes me refiero tal y como indica el verbo deber a una obligación, compromiso o responsabilidad moral. Se puede pensar que estar en forma es un concepto producto del marketing y de las grandes empresas para generar ingresos, lo cual es una falacia.

Para mí, estar en forma significa libertad. Vivimos en un mundo donde la libertad es limitada, un ejemplo muy simple podría ser: Voy por la calle y veo unas manzanas en una frutería, como tengo hambre y soy libre las cojo y me las llevo sin pagar. Es obvio que está mal visto y se considera ¡un robo! por tanto, la sociedad está regida bajo un conjunto de normas y deberes morales. Sin embargo, en cuanto al ejercicio no es para nada así.

 

 El movimiento y la sociedad

¿Qué es el movimiento? según el diccionario corresponde con la acción de moverse o el cambio de lugar o posición de un cuerpo en el espacio. Sin embargo, para mí es mucho más que eso. Es LIBERTAD. Ser libre significa el estado o condición de la persona que no se encuentra sometida a la voluntad de otro, ni está constreñida por una obligación, deber o disciplina. Ahora bien, ¿Somos libres con nuestro movimiento? la respuesta es NO en la mayoría de los casos. 

Nuestra sociedad actual, en gran parte capitalista, se centra en el aumento de los ingresos y por ende invierte en varios sectores líderes: la restauración (con su aclamada comida basura), actividades de ocio sedentarias (jugar a videojuegos, ver cine, leer libros por ejemplo), actividades de formación (estudios universitarios, formaciones complementarias, congresos etc.) sector sanitario (fármacos, empresas relacionadas con curar y no prevenir: médicos privados, masajistas, venta de suplementos curativos etc.). A bote pronto, son sectores que se me ocurren, aunque de seguro que habrá más.

La peor cárcel

Con los párrafos anteriores quizás te baste para entender por donde van los tiros. Pero si aún no te has dado cuenta: SOMOS PRESOS EN NUESTRO PROPIO CUERPO.

Te propongo una actividad: Haz un recuento de las personas que conoces que sean deportistas. Una vez hecho esto haz un recuento de personas que sean deportistas y no tengan lesiones. Una vez más, haz recuento de cuantas personas deportistas no lesionadas realizan actividades que involucren su cuerpo: montar en bicicleta, caminar por el campo, subir al pico más alto de alguna montaña para ver el atardecer, ir de vacaciones a la playa y realizar actividades acuáticas, jugar con las palas en la arena, jugar al fútbol u otro actividad; levantarse en la mañana y realizar ejercicios de yoga que te ayuden a conectar tu mente y tu cuerpo, salir de fiesta y bailar toda la noche, quedar con amigos y  simular que tenéis un combate de boxeo, saltar a la comba, o practicar mil y un deportes.

Una vez hecho todos los cálculos ¿No hay tantas verdad? pues para mi ser una de esas personas significa ser libre, decidir algo que quieres hacer y ser capaz de hacerlo sin dolores, sin problemas de movilidad, sin quedarte sin aliento al subir un par de escaleras, sin falta de fuerza. Y no estoy hablando de ser el mejor en todo, ni muchos menos, me refiere a poder realizar cualquier actividad que implique movimiento, aunque no seas bueno en ello y pasártelo bien sin preocuparte de no morir en el intento.

La educación del movimiento

 

¿Crees que la educación fomenta que seas una persona en forma? desde luego que no. Aunque tengo ciertas discrepancias con la metodología utilizada en las clases de educación física de los colegios e institutos, aún así, crees que el cuerpo está preparado para tener 2 horas a la semana de «educación física»? ¿De verdad piensas que estamos hechos para estar sentados en una silla absorbiendo toneladas de información de diferentes campos y muchas veces sin aplicación práctica? Desde luego que no. Sin entrar en demasiados detalles fisiológicos-anatómicos, estamos compuestos por un esqueleto formado por huesos que protegen y dan sostén a nuestros órganos y músculos, a su vez estos músculos tienen la capacidad de contraer y relajarse para producir movimiento. Además tenemos tendones y ligamentos para unir estas estructuras de huesos y músculos. Ahora bien, ¿que efectos tiene no utilizar todo lo anterior y no producir movimiento? 

Una historia sin movimiento

Cuando era pequeño hubo un momento en mi vida que me marcó, y fue cuando me rompí el cúbito y el radio del brazo derecho, tras pensar que podría caminar encima de unas barras de metal, que estaban apiladas sobre un muro más alto que la altura que medía. Ser niño y creerse un superhéroe como por ejemplo spiderman, van de la mano.

En la caída, por suerte puse el brazo delante de mi cabeza, protegiéndome de algo más grave, con lo que me partí el cúbito y el radio, sus efectos fueron 4 meses con un brazo escayolado y una subida de peso bastante notable, fruto de solo ir la escuela, jugar a videojuegos y ser un amante de las comidas de mi madre. Una vez pasaron los 4 meses, me retiraron la escayola y pude ver mi antebrazo, que aparte de que estuviera más peludo de lo normal, se encontraba igual de delgado que una baguette que se compra normalmente en los supermercados o panaderías. Había una gran diferencia de tamaño entre ambos antebrazos, aunque con el tiempo se equilibraron.

Moverse o morir

¿Que quiero expresar con esta historia? Que no estamos preparados para estar quietos ni tener nuestro cuerpo en estado de reposo constante, porque se atrofia.

Me entristecería enormemente que mi corazón el cuál es el encargado de bombear sangre por todo el organismo, se vaya mermando con el paso del tiempo, producto de prohibirle que aumente sus pulsaciones mediante actividad física. Me niego a que la falta de ejercicio físico me deje sin aliento al subir un par de escaleras; no quiero que tras comer me encuentre con tanto sueño que no pueda hacer lo que me plazca; no me gustaría moverme con dificultad y no poder correr si me apetece ir más rápido; me niego a tener contracturas, lesiones en huesos o articulaciones o desgarros; y por supuesto que me niego a tener que comer grandes cantidades de comida para mantener el peso que tengo porque tengo impulsos y una mala relación con la comida, en gran parte debido a un desajuste hormonal (si quereís más información leed este artículo).

Por todas las razones anteriores, dudo que deje de hacer ejercicios jamás, incluso aunque me pasara algo grave y  por ejemplo tuviera que estar en una cama postrado y solo pudiera hacer ejercicios de respiración y mover las pestañas, lo haría con tal de moverme y no perder una de las cosas más importantes que tengo: mi LIBERTAD.